Cenizas...

Aunque vivo en la ciudad de Valencia, mis padres tienen una casita en Osset, un pueblecito que está en La Serranía.

Allí he pasado los mejores veranos de mi vida, de allí albergo la mayoría de los recuerdos de mi infancia, de mi adolescencia, allí conocí a mis mejores amigas…

Es un pueblo pequeñito pero con un encanto especial gracias a  la Naturaleza que lo rodea. Montañas y montañas de pinada que llenaban los pulmones de aire fresco y sano, y alegraban la vista con sus hermosos tonos verdes.

Sus almendros en flor, sus oliveras, la pinada…

Y todo eso ya no está. Un incendio el pasado 29 de Junio  arrasó sin piedad todas aquellas montañas dejándolas desprovistas de esos árboles, de esa Naturaleza que las vestía de vida.

Ahora sólo quedan cenizas…

Ha pasado de ser un pueblo de cuento, a un pueblo sacado de una película de terror.

Ha sido una pesadilla  ver como mi amado pueblo se ha convertido en una sombra de lo que un día fue.

Tardaremos muchos años en  ver sus montañas tal y como las recordamos.

Y todos esos animalitos….

Ya ni se oyen los pájaros cantar.

Esta desgracia se podría haber evitado, al menos  podría haber sido mucho menor, sino se hubieran hecho recortes en las brigadas forestales para el cuidado de los montes. Montes que estaban descuidados, llenos de maleza, sin cortafuegos…  Una vez más gracias a todos esos políticos que se gastan el dinero en la Fórmula 1, en la America´s Cup, y en muchísimas cosas más totalmente prescindibles, para luego no destinar ni un euro a lo realmente importante.

Estarán contentos, se han cargado el pulmón de Valencia y se ha quemado un trocito de mi vida.